viernes, 6 de julio de 2012

Román-ce

" Cuando llegue ese día de tristeza, cuando tu despedida sea la ocasión, el fútbol quedará huérfano de belleza, pero vos siempre en nuestro corazón " Fernando Andrés Macagno

  Primero quiero decirte gracias, gracias por regalarme casi una década de pisadas rítmicas, de pases imposibles, de tiro libres al ángulo, de arrogancia con la pelota. Para ser sincero no viví tu etapa inicial en Boca, estaba muy chico. Mi padre me había transmitido poca cultura futbolística Argenta y me privé de ver a tu equipo, ese equipo de Bianchi que ganó todo lo que jugó. Es leyenda la intercontinental que le ganó ese Boca al Real Madrid de Raúl, Figo y Roberto Carlos, no pude vivirla tampoco. 

Comencé a Seguirte cuando llegaste a Villarreal,  Recuerdo que saliste turbulentamente de un Barcelona en plena renovación. Cambio de junta directiva, Joan Laporta ejercía como nuevo presidente del culé y junto a el llegaron también Frank Rijkaard y un tal Ronaldinho Gaucho. No había espacio para ti ahí, lo sabías, tu ego no te permitía compartir la gloria con un brazuca.  Te fuiste entonces del club que unos años más tarde sería objeto de asombro para el mundo entero. Llegaste a Villarreal y poco a poco te ganaste mi corazón, me emocionaste con ese épico tercer lugar en la 2004-2005. Las eliminatorias sudamericanas para el mundial Alemania2006 fueron el gancho final en esta relación a distancia que me gusta definir como "Román-ce". Recuerdo perfectamente ese momento, jugaba Argentina contra Brasil y Román tenía la 8. Rechace largo de Roberto Carlos, Riquelme y un taco divino para bajarle la pelota al jovencito Mascherano, Pared de Lucho con Román y vendría ese relato de Mariano Kloss que dice así "Gonzalez, Román, Invente Román, Invente" El argentino la toco dos veces y mandó un zapatazo de zurda al vértice superior derecho del arquero. 

Querido Román, te disfruté todo lo que pude de ahí en adelante. Me reprochaba a mi mismo cuando no te veía jugar un fin de semana. Contagiaba esa actitud de divo adentro de la cancha, te hacía creer que era fácil jugar al fútbol. Nunca te llevaste bien con los dirigentes, tu lugar era adentro de la cancha. Es injusto que el momento más recordado en tu etapa por Villarreal sea ese penal fallado en semifinal de Champions vs Arsenal. Es injusto que ese momento sea usado para justificar tu salida del club. Parecía que estabas acabado, te dieron por muerto. Pero yo no dude de ti ni un segundo. Sabía que eras de los más grandes y esos siempre vuelven para ser protagonistas y quedarse con la chica. 

Era año de mundial, Riquelme llegaba como el líder de la Argentina para la fiesta más grande del fútbol. Dio un recital ante Serbia y Montenegro en la fase de grupos 6-0, ya lucía la diez albiceleste. Argentina cayó  en cuartos ante la Anfitriona, Alemania. Riquelme fue sustituido en la segunda mitad y aún así dejó su huella. Centro milimétrico a la cabeza del ratón Ayala para poner el uno a cero parcial. Otra vez la suerte se burlaba de ti.

Fernando Roig pactó la cesión del diez a Boca en verano de 2006. Tu alegría debió de ser inmensa cuando te enteraste de que volvías a la cuna, al entorno que tanto te mimo y del que eres hincha a muerte. Riquelme salió campeón de la Copa Toyota Libertadores ese año siendo el mejor jugador del torneo. El amor se paga con amor, Boca te dio la oportunidad de ser relevante y le pagaste a Boca con tu mejor moneda, Fútbol. Eufórico y con el pecho lleno de aire jugaste la Copa América de 2007 en Venezuela. La rompiste Román. Fue el torneo en que más te vi disfrutar con la selección. Conseguiste un socio ideal, un zurdo eléctrico, imparable, tu complemento perfecto de nombre Lionel Messi. Sin embargo la vida te volvió a bajar del Olímpo en un santiamén. Brasil goleó a la Argentina en la final con un gran Julio Baptista y borró al diez de la cancha. Volvías, destrozado, a un Villarreal que no te tuvo en cuenta, que desperdició tu momento de forma estratosférico y eso no se lo perdono a Manuel Pellegrini

Boca hizo un enorme esfuerzo económico y logró comprar tu pase a finales de 2007. Al año siguiente Argentina participaba en los Juegos Olímpicos de Beijín. Román era elegido como uno de los tres refuerzos mayores de 23 años. Argentina se llevó el oro y Riquelme sumó otro título a su vitrina.  Venían tiempos difíciles, quizá lo sabías. Físicamente no estabas y yo lo sufría. Maradona asumió como seleccionador y te borraste también de la selección alegando incompatibilidad de caracteres para con Diego. Boca te sufría Román. Digo que te sufría porque era un barco a la deriva, un barco sin timón. No estuviste nunca, echaba de menos tu fantasía, tu creatividad. Que tiempos sombríos aquellos, veía a mi ídolo caer poco a poco y me invadía un miedo inmenso a que te perdieras y ya no pudieras recuperarte de nuevo. Pero eres como el ave fénix Román, renaces y renaces de tus cenizas una y otra vez. 

Llegó Falcioni, volvió Schiavi, los trajeron a Roncaglia, Cvitanich, Orión y pare usted de contar. Problemas Físicos, sí, pero eso no te privó de ser determinante en la gloria del azul y oro. Saliste campeón del torneo argentino otra vez, jugaste la Copa Libertadores y llegaste a la final.

Ayer anunciaste el final de un nuevo ciclo en tu carrera. "Me siento vació, ya no tengo más que darle a este club" Me asustan esas palabras viejo, no quiero que este adiós sea definitivo. Por el bien del fútbol no quiero que esto termine así. Cada vez que te vi acabado lograste superarte, pero está vez no estabas acabado. Tengo miedo por el momento, estabas en la cima. Tu hijo te pide que sigas jugando, Yo me uno al deseo de ese chico que ve en papá un ejemplo de lo que quiere ser cuando crezca. Román, aunque sea por un tiempito más, síguenos regalando esa ilusión de querer ser futbolistas.  
Juan Román Riquelme.