jueves, 14 de marzo de 2013

Volvieron a ser los de siempre.


  • “El esfuerzo defensivo de todos los jugadores es innegociable”. (3-agosto-2008)
  • “El esfuerzo va por delante del talento”. (14-julio-2008)
  • “Lo único que no permitiré a los jugadores es que no se esfuercen”. (17-junio-2008)
  • “Lo que nos mantendrá en la élite es el trabajo porque el talento ya está”. (19-diciembre-2009)
Josep Guardiola.

Campanazos,  gritos de júbilo ensordecedores, bares rebosantes de fieles adeptos a una idea que se consolido año tras año, sobreponiéndose a cada tropezón, a cada vez que alguien osó decir "Ya no dan para más, han perdido el hambre." Resulta que algunos no estábamos listos para dejarlos ir tan fácilmente. Resulta que algunos aún no nos habíamos cansado del juego posicional, de tocar y moverse, de recuperaciones en campo rival, de cambios de sentido para atacar con más gente por el otro lado, de centros de Alves, de Iniestazos, del mejor del mundo. 

Otra vez se metieron en el bolsillo al mundo del balonpié estos bajitos, bajitos digo incluyéndolo a Busquets que en el alma es de los nuestros aunque casi mida sus 1.90. Otra vez pusieron el pecho ante la adversidad. El Fútbol Club Barcelona salió a jugar como un león en patines la noche del martes. Hubo un poco de lo de siempre, jugó a ser horizontal para luego sorprender verticalmente. Se apoderó de las bandas y proyecto simultáneamente a los laterales. Estuvo sólido atrás y exceptuando el error de Mascherano que casi acaba en hecatombe, anuló cada intento de contragolpe. Villa se disfrazó de señuelo para distraer a los centrales y Pedro, bueno, arrastró marca y corrió para cerrar espacios porque hay que  decirlo, no estuvo fino con la pelota el insular. Xavi volvió a ser Xavi e Iniesta fue aún más Iniesta. Mención especial para el general Sergio, que como decía Martí Perarnau "Es el amigo invisible de todos" cortó y pasó hasta rabiar, le dió continuidad a cada pelota que recibía y principalmente siempre estuvo bien posicionado, consciente de lo que le pide el juego. Faltaba encajar la pieza que le daba sentido al puzzle blaugrana, faltaba que Leo apareciera y vaya que lo hizo. Ambrosini casi siempre le vió el número al Argentino y las pocas veces que lo encaró salió perdiendo o cometió falta. Leo olió sangre, destrozo a su presa y en los primeros cuarenta minutos había igualado la serie con dos golazos, el segundo previa recuperación y pase de Andrés que estuvo genial, otra vez. Villa se desahogó con el grito de la clasificación  recibiendo de Xavi tras un cierre ineficaz del improvisado Kevin Constant y mató Jordi Alba sobre el final, épico contragolpe dirigido por Leo que se la dió con ventaja a Alexis y éste sin egoísmos se la puso redonda al lateral izquierdo del Barca. 

No todo fue cortar y coser en el césped del Camp Nou. Hubo algo que el Barcelona había dejado de hacer en las últimas semanas. No se veían frescos, estaban físicamente mermados y mentalmente confundidos. La incertidumbre por el futuro de Tito, las llamadas "Tres derrotas", la excesiva ventaja en la liga y el bajón futbolístico de Xavi pesaban. El Barca recupero cada una de las cosas que le estaban haciendo falta y sumó incluso alguna más. Parecía olvidada e intrascendente, el talento de estos futbolistas ganó muchísimos partidos, pero para consumar está remontada hacía falta ese algo más. Volvió el esfuerzo, volvieron a "dejarse la piel" , volvieron a presionar incansablemente la salida del contrario, fueron intensos a la hora de cortar y se protegieron con la pelota, como mejor saben hacer.

Este Barca es inagotable y por el bien del fútbol esperemos que siga siendo así, Chapeau!

-Por Alejandro Daza

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